Cuando dos cristianos bautizados celebran su matrimonio, creemos que el matrimonio es un sacramento; es una ocasión cuando Jesucristo mismo y toda la comunidad de creyentes les abrazan a ustedes, quienes celebran este Sacramento en una manera intima y poderosa. Creemos que esta reunión celebrando su matrimonio es una fuente de oración, de adoración y de alabanza. Al igual que nos cuenta San Pablo en las escrituras, creemos que su amor se convierte en un símbolo poderoso y concreto del amor de Cristo para nosotros, su pueblo y la iglesia.